lunes, 19 de mayo de 2014

Ultrasonidos


Un ultrasonido prenatal (también llamado ecografía o sonograma) es una prueba no invasiva, que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del bebé, la placenta y el útero, así como también de otros órganos que se encuentran en el vientre. Esta prueba permite que el médico pueda averiguar información valiosa acerca de la evolución del embarazo y de la salud del bebé. 

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¿Cómo se toman los ultrasonidos?
Durante la prueba, un técnico experto en ultrasonidos (ecógrafo o sonógrafo) pasa por el vientre un aparato que transmite ondas sonoras de alta frecuencia. Las ondas pasan a través del útero y rebotan contra el bebé. Luego un ordenador traduce los sonidos acústicos en imágenes de video que muestran la figura del bebé, su posición y sus movimientos. El aparato llamado Doppler, que sirve para escuchar los latidos del corazón del bebé, también utiliza ondas como el ultrasonido.

Puede ser que se haga un ultrasonido entre la semana 6 y 10, donde de hecho se confirme el embarazo, o quizá se haga el primero entre las semanas 16 y 20 de embarazo, entonces es cuando es más probable que se puedan decir el sexo del bebé.

El ultrasonido también puede hacerse en otras etapas del embarazo para examinar el estado del bebé; como parte de otros análisis, tales como la prueba de translucencia de la nuca fetal, el análisis de vellosidades coriónicas, o la amniocentesis; o como complemento del análisis de múltiple marcador. Si la madre tiene complicaciones médicas como diabetes o hipertensión, tendrá ultrasonidos más frecuentes.
Si, por el contrario el embarazo es de bajo riesgo, es posible que no se ofrezca la realización de un ultrasonido. De hecho, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda la realización de ultrasonidos solamente en el caso de existir una razón médica específica. Según la organización March of Dimes, alrededor del 70 por ciento de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos se realizan un ultrasonido.
 
Información aportada
Durante un típico ultrasonido de mitad del embarazo, el médico o bien una persona especializada en realizar esta prueba hará lo siguiente:
  • Revisar los latidos del corazón del bebé: Registrará el número de latidos por minuto para asegurarse de que es normal.
  • Medir el tamaño del bebé:  El médico o el técnico medirá el cráneo del bebé, el largo del fémur y alrededor del abdomen para confirmar que tiene el tamaño esperado para su edad. Si éste es el primer ultrasonido y el bebé se encuentra más de dos semanas atrasado o adelantado respecto del tamaño que debería tener, es probable que la fecha prevista para el parto sea incorrecta y entonces se indicará una nueva fecha.
  • Si el médico desea saber más sobre cómo se está desarrollando el bebé, es posible que solicite uno o más ultrasonidos de seguimiento para controlar su evolución.
  • Verificar si hay más de un bebé: A estas alturas, probablemente ya se sepa si se está esperando gemelos o incluso más bebés. La mayoría de las mujeres con embarazo múltiple presentan una medida entre el hueso púbico y la parte superior del útero más grande de lo normal en su primer trimestre y se realizan un ultrasonido en ese momento para confirmar cuántos bebés están esperando.
  • Confirmar la ubicación de la placenta: Si la placenta cubre el cuello uterino (placenta previa), que es el canal por donde pasará el bebé para nacer, es probable que provoque una hemorragia, más adelante en el embarazo. Si el doctor detecta ese problema, es muy probable que el médico ordene un ultrasonido complementario a principios del tercer trimestre, para verificar si la placenta está todavía cubriendo el cuello uterino. Sólo en un pequeño porcentaje de los casos de placenta previa, detectados mediante ultrasonido antes de la semana 20, la placenta continúa en esa posición en el momento del parto.
  • Calcular la cantidad de líquido amniótico presente en el útero: En caso de que el ultrasonido mostrara que hay demasiado o muy poco líquido amniótico, podría haber un problema. Se haría un estudio completo de diagnóstico para ver si la causa puede ser identificada, y es posible que el médico quiera hacer un seguimiento por medio de ultrasonidos regulares.
  • Descartar la presencia de anomalías físicas en el bebé: El médico observará detenidamente la anatomía básica del bebé, incluyendo su cabeza, cuello, pecho, corazón, columna vertebral, estómago, riñones, vejiga, brazos, piernas y el cordón umbilical para asegurarse de que estas partes se están desarrollando de manera adecuada. En el caso de haber obtenido resultados sospechosos a partir de un análisis de múltiple marcador o de una revisión médica en el primer trimestre, o si existiera cualquier otra causa para preocuparse, el técnico realizará un ultrasonido más riguroso (nivel II) para comprobar la existencia de indicios de defectos de nacimiento o de síndrome de Down.
  • Tratar de determinar el sexo del bebé: En el caso de que se quiera saber si el bebé será niño o niña, generalmente se puede averiguar durante el ultrasonido que se hace a mitad del embarazo (entre las semanas 16 y 20), a menos que, por ejemplo, la mano del bebé esté cubriendo sus genitales durante el ultrasonido.
  • En algunos casos es importante para el doctor saber el sexo del bebé. Por ejemplo, querrá saberlo si sospecha que corre el riesgo de presentar malformaciones congénitas. 

Fuentes: http://espanol.babycenter.com/a700397/ultrasonido-o-ecograf%C3%ADa
Fuente de la fotografía: http://es.dreamstime.com/fotograf%C3%ADa-de-archivo-exploraci%C3%B3n-del-ultrasonido-12-semanas-image6344742

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